CARACTERÌSTICAS
Para la construcción de su
teoría educativa Bogdan Suchodolski parte de la crítica a la educación
tradicional, ya que entendía que la escuela había nacido en unas condiciones
sociales y culturales totalmente distintas de las actuales y ya no responden en
buena parte a la exigencias presentes, al no preparar a las generaciones
jóvenes en la responsabilidad y en los valores para la nueva vida social y
cultural las carateristicas son:
La gran limitación de la
pedagogía tradicional es que se esfuerza en la defensa de los modelos del
pasado en valores absolutos y no prepara las actuales generaciones para las
necesidades de la vida futura. Tampoco contribuye la educación tradicional a la
participación creadora en la vida social y cultural ni al cambio del sistema
social vigente, sino que tiende a reproducir desigualdades y a perpetuar las
situaciones de privilegio. Frente a tal educación conservadora, propone
Suchodolski la educación para el futuro que debe empezar por una revisión
profunda de la enseñanza tradicional y una reorientación imprescindible que
permita a la escuela enseñar a los hombres a vivieran las nuevas condiciones
históricas y de un modo totalmente nuevo.
Suchodolski se plantea la
educación del futuro dentro del socialismo bajo el creciente papel de la
ciencia y la técnica en la vida humana de la mayor responsabilidad de todo en
relación con los problemas sociales comunes, bajo el signo del ulterior
desarrollo de la instrucción y la cultura de las masas y de las nuevas
victorias en la lucha por la liberación nacional y social de los pueblos
oprimidos.
“Cabe afirmar en general que
tendemos hacia un futuro en el que ha de incrementarse el papel de la ciencia y
de la técnica, en el que se desarrollarán las instituciones democráticas de la
vida, se registrarán nuevos progresos en la industrialización y en la urbanización,
al igual que en los medios masivos de acceso a la cultura. La educación tiene
como función la preparación de las jóvenes generaciones para vivir en esas
condiciones, asumir las tareas que han de plantearles y participar activamente
en la vida social y cultural. Pues en conjunto la sociedad dependerá del grado
en que sus miembros sepan realizar su actividad profesional y social al nivel
que de ellos exigirán los progresos de la ciencia, la técnica, la economía y la
organización social”
El problema para el
planificador de la educación del futuro es que el ritmo en los cambios sociales
es tan rápido que las condiciones objetivas varían a lo largo de la vida de un
individuo. Teniendo en cuenta esta realidad ¿hacia dónde apunta la educación
del futuro? La educación actual tiene que preparar a niños y jóvenes para unas
tareas aún no existentes y para unas condiciones de vida por determinar. Según
Suchodolski, las tareas esenciales de la educación socialista pueden concebirse
“como tres grandes grupos definidos por los términos siguientes: sociedad,
trabajo y cultura. La preparación con miras a la participación activa en la
sociedad, para la realización creadora del trabajo profesional y para la
participación activa en la vida cultural: he ahí los tres objetivos
fundamentales de la educación socialista, en los cuales, como hemos visto, se
refleja la tendencia fundamental de la sociedad socialista a realizar la
convergencia básica de los intereses sociales y la satisfacción de las
necesidades, siempre crecientes, de un tipo individual”
En una sociedad socialista los
alumnos deben ser educados para la participación, la cooperación y la unión de
esfuerzos individuales para alcanzar metas sociales. En segundo lugar, para la
educación socialista uno de los fines esenciales es la formación profesional
generalizada y adecuada a las crecientes necesidades de la sociedad. En tercer
lugar, la educación debe elevar el nivel de comprensión del mundo, de la vida,
del hombre, de la sociedad y del trabajo.
También establece una estrecha
relación entre el presente y el futuro y el pasado en la labor educacional;
entiende que en el planteamiento de una educación futura no deban faltar los
otros dos elementos de presente y pasado.
Educar para el futuro es
preparar al individuo para su adaptación a unas condiciones de existencia
futura desconocidas pero sobre todo es formar a un nuevo tipo de hombres que
sean capaces de asumir las nuevas tareas que el futuro ha de exigir hombres
desarrollados multifacéticamente, de manera polivalente, y plenamente
conscientes de sus problemas y obligaciones; a unos hombres capaces de
integrarse en los procesos de cambio, de participar en ellos, de impulsarlos.
La pedagogía socialista debe formar a un hombre nuevo, a un nuevo modelo
humano, en el que se concilien el pasado con el futuro, los problemas e
intereses individuales con los sociales, las tareas aisladas con las
cooperativas.
Suchodolski se muestra
partidario de lo que denomina “perspectiva integradora”. Así en la educación
del futuro no tendrá sentido plantearlo intelectual, lo moral y lo estético por
separado, como si fueran realidades estancas, sino que será preciso
considerarlas de forma integrada. La práctica educacional integradora se dirige
a toda la personalidad del sujeto y le permitirá formarse de una manera
polivalente, multifacética.
La pedagogía socialista tendrá
que ser también capaz de integrar el estudio y el trabajo, tradicionalmente
separados. El joven no debe trabajar fundamentalmente para producir sino en
cuanto se forma y se desarrolla.
La pedagogía socialista es la
combinación e integración de las enseñanzas de tipo general y las enseñanzas de
tipo profesional. Todos sin excepción deben pasar por el doble tipo de
enseñanza: la educación debe tender a la formación del hombre que trabaja y no
sólo del hombre cualificado. Pero ya no bastará con la estrecha especialización
concreta, el trabajador debe estar preparado para abandonar su especialidad y
enfrentarse a otro tipo de trabajo.
El tercer tipo de integración
que debe realizar la educación socialista es entre la escuela y la vida; el
clásico divorcio debe ser superado en una sociedad socialista entendida como
una realidad creadora por el hombre y para el bien del hombre. Además, la
actividad pedagógica no puede limitarse a educar multifacéticamente a los niños
y dejar abandonados a los jóvenes y a los adultos, será preciso integrar el
trabajo y la educación a través de toda la vida de los individuos y no sólo
durante la infancia.
Para Suchodolski, la
perspectiva socialista permite acabar con el viejo antagonismo ente individuo y
sociedad que, en realidad, es una oposición idealista que quedará superada
supuestamente desde la perspectiva dialéctica, porque el desarrollo del hombre
y de su mundo se encuentran en estrecha e íntima relación. Para Suchodolski, el
futuro no es lo que los hombres esperan que sea sino el producto de lo que se
está forjando gracias a sus actividades presentes, sus logros y sus errores, de
esta manera ambos conceptos están también íntimamente relacionados.
En el ámbito pedagógico, la
pedagogía socialista que parte de la unidad dialéctica entre lo subjetivo y lo
objetivo, entre el hombre y su mundo o puede actuar de la misma manera que la
pedagogía tradicional. Así, educación social y educación individual se
convierten en dos componentes de un mismo proceso.
Las tareas concretas que le
asigna a la educación y cuáles serán los métodos más adecuados dentro de esta
perspectiva de análisis marxista de la educación.
La escuela tiene que estar
abierta al mundo, a la sociedad, tiene que facilitar los contactos entre los
alumnos y el medio social en el que viven, más aún, debe prepararlos para que
contribuyan a la mejora y transformación del mundo en el que habitan, para ello
se les prepara a través del desarrollo multifacético de su personalidad. Para
ello, la escuela debe fomentar valores de participación y de asumir
responsabilidades, evitando la pasividad y el individualismo de la burguesía.
Es preciso establecer una
selección de contenidos sabiendo que la escuela sólo puede dar un conocimiento
general en el terreno de la cultura general y de la enseñanza profesional, que
luego se pondrá desarrollar y profundizar en los niveles educativos
posteriores. Dentro de la selección de contenidos no pueden faltar las ciencias
matemáticas y físicas, la química y la biología, las ciencias sociales y
humanísticas. Pero la escuela no puede limitarse a enseñar tales disciplinas,
sino que también es preciso que se ocupe del estudio de la estructura de la
ciencia. Frente al verbalismo fomentado por la pedagogía tradicional se debe
imponer el pensamiento operativo exigido por la pedagogía del futuro.
Desde la perspectiva marxista
como una actividad destinada a integrar al hombre en una acción concreta, a
enseñarle a actuar adecuadamente y a participar en la vida social. La educación
moral en Suchodolski debe basarse en la comprensión de las consecuencias
sociales de la actividad personal del individuo, en despertar en el hombre el
afán de actuar y luchar por un futuro mejor en colaboración y solidaridad con
el resto de la comunidad. Las palabras claves serán: participación,
cooperación, convivencia y solidaridad.
Pero también tiene muy en
cuenta Suchodolski los aspectos personales, singulares, individuales, como la
felicidad, la satisfacción en la vida, el sentido de su vida dentro de una
sociedad socialista en construcción. Para nuestro autor, estas situaciones
personales hay que entenderla siempre dentro de la concepción integral de la
educación, por eso sugiere como salidas educativas fomentar las facultades
creativas, imaginativas y expresivas de cada ser humano.
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